Síntomas
Los síntomas de un cáncer son muy variados y, en ocasiones, absolutamente inespecíficos, de modo que el diagnóstico de un cáncer no siempre es tan sencillo como a priori parecería.
Sin embargo, podemos identificar determinados signos o síntomas que deberían hacernos sospechar la existencia de un cáncer y que nos deberían llevar a la consulta de nuestro médico de cabecera con el fin de iniciar la investigación adecuada.
Los síntomas de un cáncer pueden ser inespecíficos, pero debemos consultar al médico ante ciertas señales.
Cualquier crecimiento anómalo de un nódulo, tumor o bulto en cualquier parte de nuestro cuerpo debe ser puesto en conocimiento del médico de cabecera. Del mismo modo un sangrado anómalo por el ano (rectorragia) o con las heces (hematoquecia) podrían ser síntomas de cáncer de colon. El sangrado durante la micción (hematuria) o cualquier sangrado por la boca, especialmente durante el vómito (hematemesis) o la tos (hemoptisis), estos últimos síntomas asociados al cáncer de pulmón, deben hacernos consultar a nuestro médico. Los cambios en el hábito deposicional, como un estreñimiento pertinaz o unas diarreas persistentes deben hacernos pensar en la posibilidad de una tumoración del colon o del recto. También el cáncer puede manifestarse con un cuadro de pérdida de apetito, pérdida progresiva de peso y debilidad. Esta tríada, conocida como síndrome tóxico, es característica de multitud de procesos tumorales tales como el cáncer de pulmón o el de páncreas.
En ocasiones, el dolor persistente que no responde a los analgésicos habituales puede ser el síntoma guía para la detección de un cáncer. Así, un dolor epigástrico (en la “boca del estómago”) que se irradia como un cinturón hacia la espalda podría orientarnos a un cáncer de estómago o páncreas. Del mismo modo, un dolor óseo persistente, y que no cede a los tratamientos habituales, debería hacernos consultar a nuestro médico de cabecera.
También debemos consultar a nuestro médico ante un cambio de color, sangrado o picor de cualquier peca o mancha de nuestra piel. Podría ser el inicio de un melanoma maligno.
En definitiva, debemos consultar a nuestro médico ante cualquiera de los signos o síntomas mencionados, sin olvidar que, en muchos casos, los síntomas de un cáncer son tan inespecíficos y sutiles que es difícil identificarlos.