Cáncer de esófago

El cáncer de esófago es un tumor poco frecuente, a pesar de que 2.000 personas son diagnosticadas cada año en España con este tipo de cáncer.

El esófago es el tubo musculado que, extendiéndose desde la faringe hasta el estómago, sirve para el tránsito de los alimentos. Se divide anatómicamente en tres tramos, superior, medio e inferior, que condicionarán el abordaje terapéutico del cáncer de esófago.

El cáncer de esófago comienza en el revestimiento interno del esófago y, al crecer, se extiende a través de las demás capas.

El pronóstico de curación del cáncer de esófago depende de distintos factores, como el estadio del cáncer y el estado general del paciente. La detección temprana favorece las posibilidad de recuperación; sin embargo, con frecuencia el cáncer de esófago se detecta en fases avanzadas de la enfermedad.

No todos los pacientes con cáncer de esófago presentan síntomas y, cuando aparecen, suelen hacerlo en fases avanzadas. Algunos de los síntomas incluyen:

• Disfagia.
• Acidez.
• Indigestión.
• Náuseas y vómitos.
• Tos y ronquera.

El género es un factor de riesgo determinante en el cáncer de esófago, puesto que un 90% de las personas que padecen esta enfermedad son varones.

Por otra parte, las personas diagnosticadas de Esófago de Barrett presentan una mayor probabilidad de padecer este tipo de cáncer, por lo que es fundamental la monitorización de estos pacientes para el diagnóstico precoz del cáncer de esófago.

También existe una mayor incidencia entre los pacientes con antecedente de radioterapia sobre la región esofágica.

Además, hábitos como el tabaco, la ingesta de alcohol o el consumo frecuente de bebidas muy calientes son factores de riesgo del cáncer de esófago.

En los casos de cáncer de esófago no metastatizado, se considerará la posibilidad de una exéresis quirúrgica. Los pacientes en los que el tratamiento quirúrgico sea una opción razonable recibirán un tratamiento con quimioterapia y radioterapia neoadyuvante (es decir, previo a la intervención) con el fin de mejorar el resultado de la intervención.

Por otra parte, en aquellos casos en los que la cirugía no está indicada, se suele utilizar la quimioterapia con el fin de alcanzar todas las lesiones identificadas, si se trata de casos con metástasis, o una terapia combinada de quimioterapia y radioterapia en aquellos pacientes diagnosticados, por ejemplo, de tumores del tercio superior del esófago.

El cáncer de esófago es un tumor que requiere un abordaje multidisciplinar, es decir, una valoración por un equipo de diversos especialistas, cirujanos, oncólogos radioterápicos, oncólogos médicos, radiólogos, digestólogos y patólogos. El trabajo conjunto de los distintos profesionales en Initia Oncología permite ofrecer a nuestros pacientes los mejores resultados.

Los estudios apuntan que el riesgo de padecer cáncer de esófago es mayor en personas que fuman o consumen mucho alcohol, por lo que evitar el consumo de éstos es fundamental para su prevención.

Además, la ingesta diaria de bebidas a una temperatura muy alta (superior a 60º) se asocia con un mayor riesgo de padecer cáncer de esófago, por lo que se recomienda evitar consumir de forma habitual bebidas como café o té muy calientes.

También se recomienda que la población considerada de alto riesgo, como las personas con esófago de Barrett, se realicen periódicamente una endoscopia superior. El seguimiento exhaustivo puede ayudar a prevenir el cáncer de esófago en algunos casos o ayudar a su detección temprana, lo que favorece el pronóstico.