Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es uno de los tumores más frecuentes y con elevado índice de mortalidad. En España se diagnostican unos 20.000 casos nuevos por año. 8 de cada 10 cánceres de pulmón los padecen los hombres.

El cáncer de pulmón se desarrolla como consecuencia del crecimiento anormal, desordenado e invasivo de las células del aparato respiratorio (tráquea, bronquios y pulmón). El crecimiento celular forma una masa de células que es lo que se conoce como tumor y los tumores tienen la característica de crecimiento sin control, lo que produce la invasión y destrucción de los tejidos contiguos y la posibilidad de que las células malignas circulen por la sangre o por los vasos linfáticos, pudiendo aparecer otros tumores con las mismas células que las que crecen en el pulmón que es lo que se conoce como metástasis.

Existen dos grandes tipos de cáncer de pulmón, dependiendo del tipo de células que lo forman, que son los cánceres de pulmón de células pequeñas y los cánceres de pulmón de células no pequeñas. Son dos enfermedades, completamente distintas, con comportamiento, evolución y pronóstico distinto y que requieren tratamientos diferentes.

Gracias a los avances en el campo del diagnóstico molecular y tratamiento del cáncer de pulmón, poco a poco, vamos consiguiendo mejoras las posibilidades de control y curación de la enfermedad, pese a que todavía posee unos índices de mortalidad muy elevados.

No existe ningún síntoma definitivo que nos haga pensar en un cáncer de pulmón pero la presencia de una tos persistente, dolor torácico, esputos manchados de sangre, cambios en el tono de la voz, fatiga o sensación de falta de aire al respirar, cansancio, pérdida de peso o sensación de malestar general, sobre todo si se es fumador, debe obligar a consultar con el médico.

Debe tenerse en cuenta que con relativa frecuencia el cáncer de pulmón se diagnostica en personas completamente asintomáticas, como hallazgos casuales al efectuar un estudio radiológico del tórax por cualquier otra causa.

Una vez diagnosticado un cáncer de pulmón, deben realizarse una serie de estudios complementarios (TC, PET-TC, resonancia cerebral, broncoscopia, biopsia y análisis de sangre) para conocer con la máxima exactitud posible el tipo de cáncer de pulmón y la extensión de la enfermedad, de cara a planificar la mejor opción de tratamiento.

Aunque muchos factores están implicados en su desarrollo, es evidente que el consumo de tabaco es el que con mayor frecuencia se encuentra relacionado con la aparición de un cáncer de pulmón.

A pesar de las múltiples campañas y leyes anti-tabaco que han intentado disminuir su consumo, el tabaquismo continúa siendo un grave problema de salud pública en España.

Por otra parte, también son factores de riesgo el contacto con asbesto, petróleo y sus derivados, frecuentes en trabajadores de la minería, la industria textil y aislamientos.

La contaminación del aire también influye negativamente en la incidencia del cáncer de pulmón.

Según el resultado de las pruebas efectuadas al diagnóstico buscaremos la mejor opción de tratamiento para el cáncer de pulmón, siempre teniendo en cuenta que es una enfermedad que requiere la participación de un equipo multidisciplinar en el que están implicados diferentes especialidades como radiólogos, anatomopatólogos, neumólogos, cirujanos torácicos, oncólogos radioterápicos y oncólogos médicos, que decidirán cuál es el mejor tratamiento: cirugía, radioterapia o tratamiento sistémico.

Frecuentemente, se ofrece una modalidad de tratamiento combinado en el que podemos utilizar dos o las tres opciones de tratamiento, dependiendo del diagnóstico histológico, de que se trate del primer tratamiento o una recaída, extensión de la enfermedad, indicación o no de cirugía, radioterapia y /o tratamiento sistémico, sin olvidar el deseo del paciente.

Por ejemplo, el tratamiento del cáncer de pulmón de células pequeñas se basa en la quimioterapia combinada, o no, con radioterapia y no suele considerarse la cirugía. En cambio, para el tratamiento de los cánceres de célula no pequeña, la cirugía representa un pilar fundamental, siempre que esté indicada y posteriormente se evalúa la indicación de quimioterapia o combinación de quimio-radioterapia. Todo ello significa que para el adecuado planteamiento terapéutico se precisa el contacto directo con los diferentes especialistas.

Gracias al importante avance en el conocimiento de la biología molecular del cáncer de pulmón y a la identificación de mutaciones de algunos genes que pueden estar implicados en el desarrollo del cáncer de pulmón, la oncología médica moderna puede ofrecer modalidades de tratamiento altamente eficaces en algunos casos, como la utilización de dianas terapéuticas o un grupo de nuevos fármacos como es la inmunoterapia, todavía en fases iniciales, que están consiguiendo importantes resultados en control de la enfermedad y supervivencia.

Para mantener el desarrollo y conseguir avances en el tratamiento del cáncer de pulmón es importante disponer de estudios con nuevos fármacos (ensayos clínicos) que consigan abrir el abanico de opciones terapéuticas para el cáncer de pulmón.

Uno de los grandes pilares del tratamiento del cáncer es el apoyo psicológico que debemos integrar sistemáticamente en la estrategia global de tratamiento.

Nuestro servicio tiene el firme compromiso de buscar permanentemente la mejor opción de tratamiento para nuestros pacientes a través del trabajo multidisciplinar, la incorporación de nuevos fármacos, cuando las autoridades sanitarias lo permiten, la participación en ensayos clínicos y la adecuada evaluación psicológica por psicooncólogos.

La prevención del cáncer de pulmón se limita, principalmente, a abandonar el hábito de fumar, dado que el tabaco es el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón. Tanto es así, que el 90% de los cánceres de pulmón se diagnostican en personas fumadoras y se calcula que eliminar el hábito de fumar puede reducir en un 80% las posibilidades de desarrollar cáncer de pulmón.

Otros factores que influyen en el desarrollo del cáncer de pulmón, pero en mucha menor medida que el tabaco, son inhalar humo de tabaco (fumadores pasivos), contaminación ambiental y factores genéticos o moleculares.

Para el diagnóstico precoz del cáncer de pulmón, no existe, a fecha de hoy, un acuerdo unánime respecto de la utilidad de efectuar estudios de cribado en población de riesgo. Parece demostrado que efectuar un TC en población sana de riesgo, aporta beneficio pero el gran inconveniente reside en la necesidad de una infraestructura compleja y la exposición a radiación.